Grupo trabajadores playa

Hace unos días te hablábamos de los factores que ayudaban a conseguir pasar de un grupo a un equipo cohesionado. Hoy te hablamos de lo contrario: los enemigos de la cohesión.

Y es que tan importante es invertir esfuerzos en lograr la cohesión como vencer los obstáculos que nos impiden alcanzarla.

Factores que obstaculizan la cohesión

Debes poner mucha atención para detectar cualquiera de estos factores pues pueden arruinar toda la inversión en lograr esa ansiada cohesión. A grandes trazos podemos resumirlos en:

Individualismo

O lo que es lo mismo; la ‘cultura del codazo’. Será una de tus principales ‘piedras en el zapato’. Puede deberse a un error en el enfoque del líder, pero también a la actitud de algún trabajador. En cuanto al líder, aquí tienes unos consejos:

  • Si tienes que delegar más en un colaborador que en otros, procura explicar los motivos a todo el equipo para evitar malas interpretaciones. Deja claro al trabajador al que encargas esa función que sigue formando parte del equipo y que tan importante es la función que él desempeña como la labor de sus compañeros.
  • Pon especial atención en los reconocimientos (las ‘palmaditas’). Si debes reconocer la labor de unos pocos, mejor hazlo en privado. Si prefieres hacerlo en público no olvides poner en valor también la implicación y la colaboración del resto del equipo.
  • No fomentes la competitividad entre los miembros de tu equipo. Algunos afirman que la competitividad fomenta la productividad, pero los riesgos pueden ser mayores que los beneficios.

La confusión o el desacuerdo

Puede ocurrir que, bien por falta de comunicación, bien porque ésta es poco clara, los objetivos, las normas o los roles dentro del equipo no hayan quedado suficientemente claros, sean interpretables o generen desacuerdo entre sus integrantes. Para evitarlo la solución es comunicación, comunicación y comunicación.

Una comunicación a tiempo, clara y accesible te ahorrará muchos problemas. Procura explicar los diferentes roles dentro del equipo, los objetivos y las normas de funcionamiento del equipo. Determina también los canales a través de los cuales sus miembros pueden hacer llegar sus dudas a sus directores o líderes. Hoy en día la tecnología nos ofrece infinidad de posibilidades, pero no olvides que el contacto humano —el cara a cara— favorece una comunicación más cálida y menos interpretable. Reúnete periódicamente con tus colaboradores para transmitir, pero también para escuchar. Reserva un tiempo de las reuniones para que sean ellos los que hablen y tú quien toma notas.

Conflictos, enfrentamientos e incompatibilidad

No podemos olvidar que nuestro equipo lo componen personas con sus ‘mochilas’. Y es que todos tenemos nuestro carácter, nuestra historia, nuestras manías, …

Puede pasar que en tu equipo haya personas que sean incompatibles. Si todas ellas son necesarias y aportan valor, deberás plantearte si puedes hacer algún cambio que permita que estas personas tengan la menor posibilidad de enfrentamiento (fases diferentes o tareas que no estén directamente relacionadas).

También puedes encontrarte con enfrentamientos entre colaboradores, entre líderes del equipo o bien entre colaboradores y líderes. En estos casos deberás indagar los motivos de los enfrentamientos e intentar que las aguas vuelvan a su cauce. No olvides que, aunque valores mucho a tu equipo, alguna vez te tocará aplicar la disciplina.

Excesiva rotación

Finalmente, otro elemento que puede poner en riesgo la cohesión en tu equipo es una movilidad o rotación de personal excesiva. Piensa que la cohesión es como un cultivo: debes labrar, cultivar y, finalmente, cosechar. Si resulta que tu personal se marcha en alguna de estas fases, tu cultivo va a estar permanentemente en fase de germinación.

No es que la cohesión sea imposible, pero deberás invertir más esfuerzos y establecer mecanismos que faciliten y, de alguna manera, aceleren el proceso. Te apuntamos algunas herramientas:

  • Elabora y mantén actualizado un manual de bienvenida para nuevas incorporaciones.
  • Realiza sesiones de acogida en que puedas transmitir los valores del equipo.
  • Presenta al nuevo personal a todo el equipo (si puede ser monta una reunión específica).
  • Asigna un ‘trainer’-tutor a cada nueva incorporación. Éste le hará el acompañamiento y le transmitirá los criterios de funcionamiento del equipo.

Y hasta aquí los enemigos de la cohesión.

Si quieres que te ampliemos alguna información, quieres proponernos algún tema para futuros posts, o bien, quieres contarnos tu experiencia, te invitamos a dejarnos un comentario.